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Tener un caballo es una experiencia muy bonita y la relación y el vínculo que se puede llegar a crear es muy especial. Pero todo placer conlleva sus responsabilidades y tener un animal de esta magnitud es muy grande. Un caballo no es un animal doméstico que se pueda tener en casa, necesita su espacio para desarrollarse, comida y ejercicio físico para estar en forma.
Estamos hablando de un animal de una gran envergadura que, aun así, es muy sensible y tener uno significa tener que cuidarlo mucho. Hay una serie de cuidados básicos que hay que saber, siempre basados en su estado de salud y bienestar óptimo, como por ejemplo, la alimentación, el ejercicio, el descanso, la limpieza y el mantenimiento que debe seguir.
Comida y alimentación
Como todo ser vivo, el caballo necesita alimentarse de comida y agua. Hidratar a tu caballo es importantísimo y nunca le debe faltar agua a su disposición durante el día. La comida se le proporcionará fraccionadamente con un horario y cantidad adecuada según el trabajo que haga o su estado actual. El aparato digestivo del caballo es muy frágil, y esto significa que con el alimento hay que ser constante y regularlo muy bien para que el caballo rinda bien a la hora de trabajar y esté conforme a su bienestar para que esté cómodo y ligero durante el día porque si no puede padecer cólicos u otras enfermedades relacionadas con la alimentación. Este tema es muy delicado y hay que tomárselo en serio.
Para los caballos, la alimentación no es solo una necesidad, sino que les gusta hacerlo, y les encanta salir a pastar y comer por diversión. Comer para ellos es ocio y siempre agradecerán poder salir al campo a comer un poco de hierba.
En cuanto a esto también hay que tener en cuenta donde vamos a tener a nuestro caballo y si podremos salir a hacer estas actividades de ocio. Si podremos disponer de un campo o bosque alrededor de la hípica para salir a pastar tranquilamente es una cosa a tener en cuenta a la hora de escoger un sitio para estar.
El caballo durante el día come forraje, y pienso en menor cantidad. Esto variará según el ejercicio que realice, su peso, tamaño, raza, edad y otros factores que se pueden dar como, por ejemplo, si ha sufrido alguna enfermedad. Hay que intentar que el alimento que les suministremos siempre sea de buena calidad, si no pueden padecer cólicos.
La dieta del caballo se basa en el heno, que se puede ir variando para que la dieta sea más equilibrada. En menor cantidad se le puede suministrar grano.
Tener un horario para las comidas también es lo básico, ya que, igual que nosotros, los caballos necesitan unos tempos para seguir con su rutina. Hay que intentar que cuando le damos comida no sea justo antes ni justo después de haber realizado ejercicio físico.
Estas comidas deben hacerse entre 2 y 3 veces al día. Aproximadamente 9 kg en total al día si el caballo es de una medida, peso y actividad física normal.
Zona de descanso
El caballo, como buen ser vivo que es, aparte de comer y hacer ejercicio hace una cosa que es casi la más importante, dormir y descansar. Hay que saber bien donde es la mejor opción para que nuestro caballo duerma. En un box o establo siempre será lo mejor, ya que estará bien recogido y en invierno se protegerá de las lluvias, viento… y en verano durante el día para que no esté todo el día expuesto al sol. En este caso, en verano, lo mejor es dejar durante las horas más fuertes de sol el caballo en el box para que esté más fresquito y por la tarde-noche sacarlo al paddock.
El suelo de estos dos sitios también es un básico, ya que tiene que ser una superficie blanda para que no se lastime cuando se tumbe y descanse bien. También tendrás que notar que en el espacio escogido tu caballo no se agobia y está a gusto. Dentro del establo o paddock, siempre tiene que haber un comedero y un bebedero con agua.
Esta cama se puede hacer de paja o viruta, y por supuesto, se debe limpiar constantemente para mantener una higiene adecuada y que no suponga perjudicial para el caballo.
Limpieza del caballo
Otro de los pasos importantes de los cuidados del caballo es su limpieza. Hay que tener una rutina de limpieza diaria para que la higiene de nuestro caballo sea buena y no tenga alguna herida por donde pueda coger una infección.
Los pasos para mantener una buena limpieza diaria son los siguientes:
- El cepillado, para quitar polvo, suciedad y poder detectar pequeñas heridas es esencial y se debe hacer a diario. Los productos para hacer esto adecuadamente son: la almohaza para la grupa y el cuello, la bruza para eliminar grasa, caspa o sudor, el cepillo de raíces para quitar barro o manchas persistentes. Para la crin y cola hay un cepillo especial para estas partes.
- Bañar al caballo: normalmente bañamos al caballo después de hacer ejercicio para quitar el sudor y bajar su temperatura corporal. Si no se trabaja diariamente se puede bañar al caballo una vez a la semana para mantener una limpieza constante. Hay que secar al caballo después de ducharlo, sobre todo las extremidades para evitar que con la humedad puedan salir hongos.
Otra cosa muy importante dentro de la limpieza es el cuidado de los cascos y la dentadura.
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Mantenimiento de los cascos, dentadura y revisiones veterinarias
Los cascos soportan el peso del caballo durante todo el día y esto puede desarrollar graves problemas si no cuidamos bien esta parte tan importante. Hay que limpiar antes y después de hacer ejercicio los cascos por si hay algo que les moleste enganchado dentro. Si no se hace ejercicio es bueno revisarlos también. Aparte de limpiarlos hay que poner grasa o aceite para evitar que se resequen y agrieten. El herraje también es importante, ya que hay que ir cortando y limando los cascos para su bienestar cada 6 semanas aproximadamente.
Lo mismo pasa con su dentadura, la cual puede afectar a su rendimiento y alimentación. Nunca va mal una revisión de un dentista especializado para evitar que esta dentadura moleste a la mordedura del caballo. Esto se hace una vez al año por precaución, si hay algún problema se deberá hacer de inmediato.
Los cuidados veterinarios tienen que estar muy presentes desde el principio, ya que puede haber problemas físicos que no se detectan a simple vista. Además de las vacunaciones y antiparasitarios que nos recomiende y proporcione nuestro veterinario de confianza.
El ejercicio, ¿Cuánto ejercicio debe hacer un caballo?
Igual que pasa con las personas, un exceso de ejercicio no es bueno para los caballos, ya que pueden lesionarse, pero sí que es bueno que realicen una buena rutina semanal, ya que no hacer ejercicio también es malo.
Dependiendo de la edad, carácter, energía y raza, el caballo necesitará más o menos ejercicio. Como mínimo, un caballo debe trabajar una hora, cuatro veces a la semana si está en sus plenas facultades. Y como mínimo también es importante que descanse un día a la semana.
A la hora de hacer trabajar a nuestro caballo hay que marcar muy bien las tres partes del entrenamiento, un buen calentamiento, el trabajo intenso y para finalizar, estiramientos y enfriamiento progresivo para evitar que el caballo se lesione. Podemos empezar caminando, trotando y galopando tranquilamente con el caballo estirando el cuello para que caliente y pase el trabajo por el dorso. Unos diez minutos después se podrá empezar a hacer otros ejercicios mientras se recoge al caballo progresivamente, y cuando se ha acabado el trabajo se destinarán otros 10 minutos de estiramientos del caballo parecidos a los del calentamiento.
De vez en cuando, aparte de trabajar en pista, va bien salir de paseo al campo o bosque para que el caballo camine por terreno variado, cosa que le irá bien para sus músculos y le servirá de distracción para desconectar del trabajo diario, ya que puede resultarle aburrido o cansado. Evidentemente si se nota alguna cosa rara cuando trabajamos a nuestro caballo hay que acudir inmediatamente a un profesional.
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Y estos son los cuidados más importantes y necesarios que un caballo debe seguir periódicamente. Si tienes cualquier duda puedes consultar a profesionales del mundo del caballo, ya que dudas como cuánta comida se debe proporcionar a tu caballo te las podrán resolver haciendo un estudio personalizado y exclusivo para tu caballo.